Abril: Mes de la Gratitud

La gratitud es la correspondencia que surge del agradecimiento, es reconocer lo que alguien más hizo por nosotros, llámese familia, amigos, compañeros, etc.

La gratitud es un valor social que debiera caracterizarnos a todos, tendríamos que  ser agradecidos por el hecho de estar, de ser, de existir. En la actualidad es difícil  y complejo para algunas personas el detenerse a contemplar por un instante sus vidas, el día a día no les permite reflexionar sobre este tipo de contemplaciones y les exije envolverse en un mundo materialista que al final del camino pudiese dejar solo vacíos.

Tal vez, sólo, tal vez si se dieran a la tarea de regalarse 10 minutos al día para contemplar  sus vidas y lo que tienen en ellas, podrían percatarse de lo afortunados que son y entonces sentirse agradecidos con la vida, con el cosmos, con su deidad como la conciban y  así sentirse plenos.

El valor de la gratitud se adquiere desde la más temprana infancia y papá y mamá juegan un papel fundamental en la transmisión del mismo, ya que con su ejemplo modelan la conducta de sus hijos. Recordemos que los primeros aprendizajes siempre serán por imitación y entre más y mejores ejemplos transmitamos, mayores y mejores serán los valores que los niños acuñen a su personalidad.

Hay muchas formas de transmitir este valor en casa, pudiéramos simplemente enseñar a respetar el entorno familiar, el que un niño aprenda a dar las gracias  por las atenciones que recibe es primordial y  esa forma tan singular en la que cada miembro desempeña el rol que le corresponde siempre dará como fruto el agradecimiento.

El niño visualiza las acciones de mamá y le dice:

“¡Mami!, ¡gracias por bañarme!”   o    “¡Que rica esta la sopa!, ¡gracias!”  frases de agradecimiento que surgen después de la observación y de recibir un bienestar personal.

* ¿Quién le enseño al niño a decirlo?

-El ejemplo.

Y fue el ejemplo, porque el niño observó todos los días a papá darle las gracias a mamá por la comida, por mantener limpia la casa, por sus atenciones…

Y al tiempo que observaba, también recibía lo mismo que papá…   ¡AMOR!

Y entonces, surgió la gratitud en su hogar.

Enseñemos a nuestros niños sobre valores y con el ejemplo prediquemos los aprendizajes que deseamos transmitir, que se sientan acompañados y comprendidos en estas primeras etapas de desarrollo.

 

Y recuerde que con amor todo es posible, porque el amor todo lo puede.

LIC. PSIC. MARÍA ESTHER GONZÁLEZ ALVARADO.

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