La convivencia no pacifica ya sea emocional física o en su integridad, en el entorno de los niños o con ellos mismos, la podemos ver manifestada de diferentes formas, por lo que debemos estar alerta si el niño o niña, presenta alteraciones en su conducta, tales como cambios en la forma de comer (puede dejar de comer o por el contrario comer de forma compulsiva), aislamiento, conducta poco social para con sus compañeros o figuras de autoridad, irritabilidad; de igual forma puede haber cambios en su salud la cual se va a ver mermada, enfermando sin motivo aparente es decir sin haber estado expuesto o expuesta aparentemente a alguna situación que condicione pérdida de la salud, por ello debemos mantener una comunicación sana y amigable con los niños para lograr tener su confianza y de esta manera ellos o ellas puedan manifestar si hay alguna alteración en su convivencia familiar y social, al detectar una situación de convivencia no pacifica, se debe brindar comprensión al pequeño o pequeña y por ningún motivo se debe etiquetar a los/las niños(as) ante ninguna situación y mucho menos por algún cambio en su comportamiento, ya que podrían presentar regresiones (micciones involuntarias, crisis de llanto y pánico sin motivo aparente) como defensa o manifestación de inconformidad.
Departamento de salud de El Tren Del Saber.