Marzo, mes de la sinceridad

La palabra sinceridad de acuerdo al diccionario de la real academia, significa: Sencillez, veracidad, modo de expresarse o comportase libre de fingimiento.

La sinceridad es un valor que caracteriza a las personas cuando presentan una actitud congruente en todo momento y coordinan sus palabras con sus acciones.


¿Qué se requiere para ser sincero?
-Decir la verdad.


Esta acción ciertamente pudiera parecer complicada para muchas personas debido a que existen las famosas mentiras piadosas, las cuales en la mayoría de los casos llevan de una mentirita a otra, hasta que la situación incluso se torna en una enorme bola de nieve y en casos extremos no hay quien las pueda detener.

Una variante de la falta de sinceridad es la falta de aceptación hacia uno mismo, al grado de tener la necesidad de fingir ser alguien más ante los ojos de las personas con las que se interactúa cotidianamente ya sea por interés personal, de trabajo, afectivo, social, etc. Incluso esta falta de aceptación pudiera llevar a algunos a inventar situaciones sobre otras personas e incluso etiquetarles y entonces surgen infinidad de variantes y antivalores que emergen de circunstancias derivadas de la falta de sinceridad. En la mayoría de los casos las expresiones que emergen en referencia a estas personas son: “Creí que Patricia era diferente”, “Definitivamente Carlota no era como yo pensaba” o bien “Si Manuel hubiese sido sincero, otra cosa sería”.

El ser sinceros siempre implicara el decir la verdad, aunque esta algunas veces pueda ser dolorosa o incomoda, para ello se debe tener tacto, de esta forma evitaremos lastimar a otros. El ser sincero garantiza lazos estrechos en la familia y con el resto de la sociedad llámense amigos, compañeros de escuela, trabajo, vecinos, etc. Las personas que son dignas de confianza siempre proyectaran el ser congruentes y veraces en cualquier lugar en el que se presenten.

Es muy importante hacer énfasis como siempre en la importancia de sembrar valores como este de la sinceridad, en la vida de los niños que hoy día son el presente de la sociedad actual y por ende el futuro de la misma. Somos parte importante de su formación y ejemplo andante todos y cada uno de los involucrados en su educación.

Para El Tren del Saber, es prioritario invitarle constantemente a la reflexión sobre qué es lo que desea usted como principal formador en la vida de sus hijos (as). En esta ocasión y le dejamos una serie de sugerencias para implementar, este valor de la sinceridad en la vida de sus niños (as).

  1. Procurar ser congruente entre lo que se dice y lo que se hace es prioritario, ya que de lo contrario estará enviando un doble mensaje a sus hijos(as).
  2. Si llegan visitas a su casa que no son de su agrado, evite negarse y enviar a sus hijos a decir que no se encuentra (esta es una de esas mentiritas piadosas que parecieran inofensivas, pero que en realidad son de alto impacto en la formación de sus hijos).
  3. Procure decir la verdad frente a sus hijos, es válido aceptar que hay cosas que no nos gustan e incluso esto será de utilidad para que ellos puedan sentir que tiene derecho a expresarse, a dar su punto de vista y a elegir. Es parte importante de su autoestima.
  4. Los niños en la primera infancia suelen en algunos momentos tender a decir mentiras, inventan una serie de fantasías con el afán inconsciente de llamar la atención de sus padres. Si usted detecta en determinadas situaciones esta acción, evite exhibir a su hijo(a) o bien llamarle mentiroso (a), en vez de eso utilice el dialogo, incluso puede hacer uso de historias o cuentos en los que él o ella se pueda identificar y por ende generar un cambio a raíz de las consecuencias que perciba en dichas historias. El ayudar a los niños a percibir que todo acto tiene una consecuencia siempre es funcional.
  5. Motivar a los hijos a decir la verdad en todo momento, es un acto que va más allá de las palabras, es una acto activo en el que el ejemplo siempre será funcional. Recuerde que las palabras se las lleva el viento, pero el ejemplo arrastra.

Como siempre es un gusto compartir mis letras con usted, hoy le invito no sólo a la reflexión, le invito a la acción con la premisa infalible de que con amor todo es posible.

Por: Lic. Psic. María Esther González Alvarado

Agregue sus comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.