Abril, mes de la paz.

ABRIL,  EL VALOR DE LA PAZ

La paz es un valor universal, social y personal y este mismo surge desde el interior de todo ser, siendo su entorno social el que determina las pautas en las que introyectará este concepto.

Educar en valores es fundamental para que los niños(as) crezcan siendo respetuosos, responsables y sepan convivir en paz. La paz es un valor fundamental en el mundo, pero ¿Cómo se le explica a un niño tal concepto?, parece complejo ¿cierto?

Las neurociencias indican que el cerebro de un niño en la primera infancia aún no adquiere la maduración suficiente a nivel cognitivo para comprender conceptos como tal, tienen una memoria increíble y podrán aprender de memoria muchas cosas, pero tener conciencia en cuanto a las definiciones de lo que son los valores no. Si se les ejemplifican determinadas situaciones de vida en cuanto a lo correcto e incorrecto, ellos procederán simplemente a obedecer a conveniencia y por estímulos o reforzadores positivos o negativos. Por tal razón los niños(as) siempre entenderán mejor las acciones que las definiciones, siendo así que el ejemplo es la mejor herramienta en el día a día para que ellos introyecten todo lo que se desee que aprendan. UNICEF dice / La paz es un valor que debe cimentarse desde la primera infancia, y en una campaña llamada #laprimerainfanciaimporta, habla sobre la importancia de los primeros 1,000 días de vida de un niño y especifica que es en esta primera infancia en la que las células cerebrales pueden realizar hasta 1,000 nuevas conexiones cada segundo, una velocidad que nunca se repetirá en el curso de la vida. Estas conexiones contribuyen a la función del cerebro y el aprendizaje del niño, y a sentar las bases para su salud y felicidad en el futuro. La falta de atención como podrían ser una mala nutrición, falta de estimulación, falta de amor, la protección y seguridad nulas, hasta el mismo estrés, pueden impedir el desarrollo de estas conexiones esenciales. (unicef.org / #laprimerainfanciaimporta).

Los aprendizajes procesados por el cerebro de un niño durante sus primeros años de vida, le permiten tener una capacidad infinita de asimilar experiencias en su día a día y esto es derivado de esa plasticidad cerebral que presenta y que como se mencionó anteriormente no se volverá a repetir.

Las experiencias sociales que acumula un niño, son un parte aguas en la formación de su personalidad, aprovechemos pues esa plasticidad y ayudemos a generar en sus mentes buenos recuerdos de su infancia y ¿Por qué no aprovechar esa plasticidad para introyectar valores a sus vidas?

Enseñemos a los niños a vivir en paz, a tratar a los otros como hermanos, a tener empatía, tolerancia, aprecio a la diversidad y sobre todo amor propio, porque si hay amor en su ser, lo podrá esparcir a su exterior.

Educar a un niño en valores impactara no solo en su entorno social; sino en su futuro a largo plazo. Sea usted ese ejemplo que arrastra, porque las palabras ciertamente se las lleva el viento.

El Tren del Saber le sugiere algunas pautas para formar a sus hijos(as) en valores que derivan al de la paz:

  • Sea el mejor ejemplo para sus hijos(as).
  • Sea solidario y demuestre que se deben aceptar y respetar las diferencias de otros ya sea por estatus social o cultural e incluso las diferencias físicas y las discapacidades.
  • En algunas ocasiones es causa de risa algunas circunstancias por las que atraviesan otras personas o sus propios hijos o familiares, evite las burlas o los sobre nombres que lleven a la degradación o humillación. Y más si están sus hijos presentes.
  • Brinde amor, una actitud amorosa, respetuosa y amable impactara en la vida de su hijo(a) y él (ella) por ende reproducirá lo que recibe en casa.
  • Procure mantener la calma ante situaciones de conflicto, evite comportamientos violentos, gritos y procure actuar asertivamente. En algunos momentos pareciera imposible mantener la calma ante determinas circunstancias que se presentan con los hijos(as); sin embargo, el hacer conciencia de la forma en la que determinadas acciones violentas repercuten en la formación de los niños(as) genera empatía. Le invito a que recuerde su propia infancia y se ponga en los zapatos de su hijo(a), recuerde que era lo que más anhelaba a esa edad y entonces sentirá empatía por él (ella) y comprenderá por qué se comportó de determinada manera.

Deseando sean de su interés estas sugerencias, le recuerdo dos ingredientes importantes para llevarlas a cabo “AMOR Y PACIENCIA”.

Lic. Psic. María Esther González Alvarado.

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