Agosto: Mes de la Educación

La educación como bien universal e individual es uno de los valores más nobles e indispensables, en tanto colabora positivamente en la construcción y desarrollo de cada ser humano, permitiéndole alcanzar a través de las propias capacidades, su desarrollo integral.

En la educación se produce un intercambio que tiene que asegurar dos procesos, el de enseñar y el de aprender, ambos necesitan coexistir en cada uno, en un ciclo que dura toda la vida.

A través de la educación se transmiten muchas cosas, la cultura, la experiencia, los descubrimientos, el conocimiento que es patrimonio común, los valores morales, la fe y las costumbres. La educación alienta el desarrollo de habilidades, ofrece posibilidades, abre puertas y dignifica.

Si logramos disociar el término educación de la institución educativa únicamente, podemos entenderlo en su dimensión real, puesto que educan los padres y la familia en general, la escuela, la religión, la sociedad, los medios,…

Desde el  rol que corresponde a cada uno se imparte la educación, con la orientación y características propias.

La educación que se recibe de los padres, está basada en el amor, la protección, y orienta (o debería hacerlo) hacia la integración y autonomía, marcando normas, hábitos culturales y sociales, valores morales, las creencias referidas a la fe, pautas de convivencia y una historia familiar. La educación del hogar desde el amor debe construir el sano desarrollo afectivo, cognitivo, intelectual, espiritual y físico.

La educación que proviene de la escuela cubre básicamente la necesidad de conocimiento y capacitación para interactuar en la sociedad e insertarse en ella, promoviendo siempre la evolución y los cambios consecuentes. Educa en el aspecto cognitivo, moral, ético, a veces religioso y claro también que en el aspecto afectivo y social, a través del intercambio permanente.

La educación que proviene de la fe atiende claramente al desarrollo moral y espiritual, señalando senderos a través de la historia de la humanidad, atendiendo como principal objetivo al alma que mueve nuestra vida,  y su origen, promoviendo los más elevados valores éticos y morales.

Claramente quedan muchos, o todos los demás aspectos nombrados que hoy educan, la sociedad en general, la calle, los medios, los libros, las modas, internet se ha convertido hoy exageradamente en tutor. Cada uno de ellos ofrece lo que puede, lo que le parece, lo que se le ocurrió, lo que se usa, lo que queda, lo mejor, lo mediocre y lo peor. Pero todos ellos también educan, y no porque lo que enseñen esté bien, sino porque produjeron una modificación, enseñan algo y muchos lo aprenden. Cuando las tres grandes guías de la educación fallan, se aprende de lo que queda, y eso que queda es lo que van tomando los chicos hoy. Sin control, sin escalas de valores y sin capacidad de juzgar lo que se toma.

En El Tren del Saber, nos preocupa y nos ocupa la tarea diaria de fomentar valores sociales y universales en nuestros pasajeritos y es con la ayuda invaluable de ustedes padres de familia como principales formadores, que el reforzamiento de estos es posible.

Brindemos a las nuevas generaciones la oportunidad de adquirir herramientas bastas para su vida, que el amor, el acompañamiento y la dedicación que usted como padre de familia otorgue a sus hijos sea la base principal para su formación.

 

Lic. Psic. María Esther González Alvarado.

 

Fuente principal: promovervalores.com

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