El maltrato infantil es toda conducta que atente sobre los derechos más básicos de los niños, niñas y adolescentes. Es todo acto que produzca daño físico o psíquico que afecte el desarrollo de la personalidad en los menores. Hay hogares en los que se tiene la errónea creencia de que la forma más efectiva de educar es usando el maltrato y son los padres, la familia en general y la sociedad misma los que infligen en este tipo de castigo y lo utilizan como instrumento de corrección y estrategia de formación moral.
En antaño solían decir los abuelos “La letra con sangre entra” y la mayoría de las personas creen que esto significa que se requiere del escarmiento físico para educar, cuando lo que en realidad representa la frase es que a base de esfuerzo y trabajo es como se aprende.
Los niños que son maltratados, tienen un desarrollo y formación diferente a la de un niño que vive en un entorno sano, tranquilo y lleno de amor. El maltrato infantil se presenta de diversas formas de agresión.
Cuando un niño es afectado desde sus progenitores, estará predestinado a ser un adulto agresor; si se concientizara sobre la manera en la que determinados estilos de crianza marcan desfavorablemente la vida de una persona, se evitaría el que hubiese ambientes familiares hostiles en dónde el mensaje de vida que se genera a los más pequeños es de desolación.
Para el Tren del Saber, siempre ha sido prioridad brindar a su comunidad escolar herramientas bastas para generar y propagar un ambiente armónico y se hace hincapié constantemente en el hecho de que todos los primeros aprendizajes de un niño en la primera infancia son por imitación y ellos a su vez reproducirán sus vivencias en su entorno social. En algún momento llegue a escribir en unos de los artículos la siguiente pregunta:
¿Qué tipo de persona desea integrar a la sociedad en un futuro?
Y fue con la finalidad de que se reflexionara sobre lo que en el día a día se le ofrece a los más pequeños, hoy les exhorto nuevamente al análisis recordándoles que estamos formando personalidades y que todo lo que se les brinde a los niños en esta edad les repercutirá toda su vida.
Suelo hacer énfasis en repetidas ocasiones en las reuniones con padres de familia o en la consulta, que la personalidad de un niño se termina de conformar alrededor de los cinco años, lo menciono porque de alguna manera se debe de concientizar. Por ello la pregunta con afán de reflexión:
¿Qué tipo de persona desea integrar a la sociedad en un futuro?
La OMS, UNICEF y diversidad de instituciones e investigadores comentan en relación al tema el como una víctima termina convirtiéndose en agresor, la cultura de cada hogar y de la sociedad en general encamina a muchos seres a ser violentos y a lastimar a otros más débiles, termina siendo un efecto en cadena y la historia se repite de generación en generación, hasta que un ser de entre tantos hace conciencia y dice ¡basta!, y cambia su línea transgeneracional, y detiene ese proceso, y su resiliencia le encamina a generar un cambio en sus futuras generaciones y la historia no tiene por qué volver a repetirse.
“Por un entorno sano y lleno de amor, brindemos calidez a nuestro alrededor”
Lic. Psic. María Esther González Alvarado