SEPTIEMBRE: MES DE LA COLABORACIÓN
La colaboración es la acción de realizar algún trabajo o actividad en grupo, esto con un fin en común, guiado hacia un objetivo que en definitiva beneficiará al grupo. La colaboración es un valor social y moral
La colaboración se debe dar como una actitud permanente de servicio hacia el trabajo y la familia, pero también se puede ayudar a cualquier persona que lo necesite, pensando en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros.
La colaboración es posible cuando hay facilidad de desprendimiento; esto significa ser de espíritu generoso y este sentimiento produce un ambiente de enriquecimiento, respeto, apoyo y solidaridad. En la primera infancia como se ha mencionado en artículos anteriores, estos aprendizajes se generan por imitación, todo lo que los niños perciban de su entorno lo reproducirán a nivel social en cualquier lugar en el que presenten.
Colaborar es responsabilidad de todos, aunque facilitar el proceso requiere de trabajar la fortaleza interna. Mirar a otro con una actitud de amor y colaboración. Si cada uno aportara algo, se podrían hacer grandes actos a favor de los que más lo necesitan y esto hablaría de nuestro alto sentido altruista, haciendo la vida más ligera a los demás.
Las personas serviciales viven atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa, dispuestos a hacernos la tarea más sencilla. Las personas con espíritu de servicio tienen rectitud en sus intenciones y saben distinguir cuando existe una necesidad real.
Algunas veces el colaborar tiene que ver con nuestros deberes y obligaciones, pero necesitamos hacerlo conscientes del deber de hacerlo, por ejemplo cuando un niño ayuda en su hogar a sus padres sin que ellos lo soliciten.
**Esto es el resultado de que durante la primera infancia a Juanito le introyectaron la idea del deber hacer, recordemos que en artículos anteriores se mencionó que los niños en la primera infancia actúan en complacencia de los deseos de los adultos y que de ello se deriva la obediencia y por ende el sentido del deber y las obligaciones.
En El Tren del Saber nos mantenemos al pendiente de las necesidades de nuestra comunidad escolar y en esta ocasión les brindamos una serie de sugerencias que favorecerán en los niños el valor de la colaboración.
*Cómo punto inicial consideré el hecho de que los primeros aprendizajes siempre serán por imitación y si su hijo(a) observa en su hogar que papá y mamá contribuyen en las actividades de casa, en automático sentirá el deseo de colaborar. Hay que permitirles el hecho de hacerlo, evidentemente considerando que la actividad que le permitan sea acorde a su edad.
*Se puede conseguir que los niños colaboren en cualquier actividad si se les motiva, ellos por ende actuarán en automático. A ellos les gusta sentirse reconocidos y además estará fomentado en ellos seguridad y una buena autoestima.
-¡Te quedo muy bien!
-Gracias por tu ayuda, ¡Eres el (la) mejor!
*Si con el ejemplo, los niños ven actitudes de colaboración de sus padres hacia otras personas, se sentirán motivados a practicar estas acciones, siempre que vean la sonrisa y el efecto de dichas acciones en los demás.
*Es importante que los niños sepan siempre lo que se espera de ellos y el reconocer la buena actitud que presentan en determinados momentos ayudara no solo a que se genere en ellos el valor de la colaboración; sino que estaremos contribuyendo a toda una gama de valores como la responsabilidad, la bondad, la gratitud, entre otros.
*Con pequeñas acciones podemos lograr grandes cosas y tratándose de la formación de los más pequeños se consigue el generar personas maravillosas.
-Esther Glez.-
Y yo le pregunto a usted:
¿Qué clase de persona desea integrar el día de mañana a la sociedad?
Le invito a la reflexión y le recuerdo como siempre que con AMOR todo es posible.
Lic. Psic. María Esther González Alvarado.
Fuente: Sinalefawordpress.com