Abril, mes de la voluntad.

ABRIL: EL VALOR DE LA VOLUNTAD

De Acuerdo al diccionario de la gran academia española, la voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta.

Si desmenuzamos esta frase nos conduce a la capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer acciones de manera intencional, a gobernar sus actos y poder decidir con libertad.

Muchas personas en el trayecto de sus vidas llegan a quedarse con un sin sabor en sus existencias que se traduce en un quisiera o me gustaría y nunca terminan  nada importante en sus vidas por que nunca supieron que decidir. Al contrario de una persona de voluntad que tiene determinación y es decidida, y entonces actúa y se esfuerza por cumplir con lo que se propone y realiza sus ideales y sus sueños.

“Querer hacer”, tiene un origen innato en la voluntad y esta se forja desde la primera infancia. Un padre o bien una madre deseará que sus hijos(as) tengan un ideal, ellos mismos tienen un ideal y desean que sus hijos destaquen académicamente, que tengan objetivos en la vida, que sean todos unos profesionistas e incluso que sean plenos y felices, y para que esto suceda deberán aprender sobre el querer hacer.

 La voluntad se fortalece a través de actos repetitivos que terminan forjándose como hábitos, la constancia y la tenacidad con la que se constituyan harán que ese niño(a) comience con pequeños logros y así posteriormente se fijará objetivos. Incluso deberes cotidianos como el ordenar los juguetes, levantarse temprano o hacer la tarea podrían ser un ejemplo de lo antes mencionado.

 Una persona con fuerza de voluntad tiene el poder de gobernarse a sí misma, por lo que el trabajo emocional es de gran relevancia, lejos de querer potenciar los dotes intelectuales de un niño, será indispensable estimular su inteligencia emocional. Los primeros seis años de vida son culminantes para cimentar una educación en valores que ayuden a que las capacidades de aprendizaje de un infante favorezcan su desarrollo de manera global. En esta etapa de vida la influencia de los padres a la hora de motivar e incentivar a sus hijo(as), facilitara para ellos la toma de decisiones.

En un artículo anterior les hablé sobre la obediencia y que ella radicaba en la complacencia, entonces, los niños que son motivados e incentivados (y no me refiero a las formas materiales, sino a las emocionales, ya que son las que dejan huella) a cumplir con sus obligaciones, tiene más probabilidades de tener el deseo inminente de “querer hacer”. Esto es debido a que en esta etapa desarrollo se encuentran también en una etapa de heteronomía, lo que significa que su voluntad esta regida por agentes externos y requieren ser guiados para ser autónomos.

En el Tren del Saber tenemos el compromiso de brindarles siempre sugerencias para la formación en valores de sus hijos(as) y en esta ocasión le presentamos algunas pautas para fortalecer la voluntad de los niños y niñas desde la primera infancia:

*Crear un ambiente alegre y tranquilo en casa.

*Felicitar amorosamente cada uno de los logros de los niños(as), esto les motivará a repetir sus acciones y genera hábitos sanos. Evite los castigos e incluso decirles calificativos negativos a sus hijos(as), esto les afectaría anímicamente y lo que necesitamos es potenciar su autoestima.

*Sea ejemplo de vida para su hijo(a), que pueda percibir como papá o mamá se esfuerzan por conseguir sus metas y cumplir sus objetivos y que en ese son de exigirle algo a él o ella, usted también se lo exige a sí mismo. Aprenderán sobre perseverancia, recuerde que el que persevera alcanza. 

*Puede incluso organizar un sábado de cine en casa y para tener ese privilegio toda la familia deberá que cumplir con las tareas del hogar por la mañana para poder disfrutar por la tarde una buena película.

*Si su hijo quiere salir a jugar, motívele primero a que cumpla con sus deberes antes de hacerlo, “Para que puedas salir a jugar, primero debes hacer tu tarea (recoger tus juguetes, ordenar tu habitación, darle de comer al perro… por poner un ejemplo)”, si hay constancia con el paso de los años se formará un hábito, después ya no tendrá que recordárselo él o ella   actuaran por voluntad propia.

*Permítales el error y expliqué por que incluso errar es importante, ya que siempre dejará una enseñanza que fortalece. 

*Ayúdeles a comprender que no siempre pueden ser los primeros, de la misma forma deben aprender a que no siempre se gana, esto les ayudará a trabajar su tolerancia a la frustración.

Recuerde que con paciencia y amor todo es posible.

Lic. Psic. María Esther González.

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