¿Alguna vez se ha detenido a pensar en lo que genera el maltrato infantil a futuro en la vida de todo individuo?

Datos generados por la OMS (Organización mundial de la salud) informan que:

  • Una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños.
  • Una de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.

El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que perduran toda la vida, y sus consecuencias a nivel socio profesional pueden, en última instancia, ralentizar el desarrollo económico y social de un país.

Es posible prevenir el maltrato infantil antes de que se produzca, y para ello es necesario un enfoque multisectorial. Los programas preventivos eficaces prestan apoyo a los padres y les aportan conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos.

La atención continua a los niños y a las familias puede reducir el riesgo de repetición del maltrato y minimizar sus consecuencias.
El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:

  • Actos de violencia (como víctimas o perpetradores).
  • Depresión.
  • Consumo de tabaco.
  • Obesidad.
  • Comportamientos sexuales de alto riesgo.
  • Embarazos no deseados.
  • Consumo indebido de alcohol y drogas.

A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.

-Sitio Web Mundial / OMS.-

Hay infinidad de artículos, estadísticas y estudios sociales que a lo largo de la historia informan sobre este tema y por un momento al recibir dicha información, una ráfaga atraviesa nuestro sistema y pudiese parecer que se comprenden este tipo de contenidos, pero ¿en realidad se concientiza sobre ello?, ¿en realidad se actúa?

José es un hombre adulto de 34 años de edad, tiene 2 hijos, Blanca de 11 años y Bruno de 8, ambos niños refieren que su padre los golpea si al llegar del trabajo ellos no han realizado la tarea escolar y no han cumplido con sus deberes en casa. Dicha acción pudiese parecer normal en nuestra sociedad, él es: “Un padre que está formando a sus hijos y les hace responsables” Y… ¿Realmente es necesario golpear a los niños para ello?

Muchas variables surgen de este caso, entre ellas quizá el determinar que José llega estresado del trabajo y descarga su emoción de esa forma sobre sus hijos o quizá que es tan exigente consigo mismo que esto le lleva a pretender que todos a su alrededor actúen de la misma manera, entre otras tantas interpretaciones, pero si se analizara un trasfondo de la situación podríamos llegar a la conclusión de que está repitiendo de manera inconsciente un patrón de conducta, que definitivamente adquirió en su infancia.

Es impactante ver la infinidad de patrones conductuales que surgen en la adultez, que se adquirieron en la infancia y que terminan proyectados sobre los hijos y son pocas las personas que llegan a buscar los recursos necesarios y bastos para cambiar sus historias y por ende las de sus hijos.
Para el Tren del Saber es de interés el hecho de que cada uno de los niños y niñas que forman parte de la institución, mantengan un buen estado anímico que les favorezca en su desarrollo y optimice sus aprendizajes. Y es a través de este blog y los diferentes artículos que se presentan en el, que se brindan algunas alternativas y sugerencias de apoyo para las familias que conforman esta comunidad escolar.

A continuación le proporcionamos algunas bibliografías que pudiesen ser de su interés y de manera anecdótica le comparto lo siguiente. Hace algunos años al estar interactuando con unos colegas en un café, dialogábamos sobre algunos materiales sobre nuestra materia que habíamos leído y llegamos a la conclusión de que el leer un texto y comprenderlo o asimilar algunas ideas, no bastaba, que leer un buen libro va más allá de la comprensión de sus letras, que también implica el vivirlo y respirar a través de sus líneas; así que concluimos con cuatro pasos para la lectura de un libro:
1-Leer.
2-Comprender.
3-Aplicar.
4-Compartir.

Y bueno una vez que he compartido esto hoy con usted, le invito a poner estos cuatro pasos a la práctica para la próxima vez que tenga un libro sus manos.

*Como hablar para que los niños escuchen y como escuchar para que los niños hablen.
-Joanna Faber y Julie King.- Editorial OCEANO.

*Límites y Berrinches.
-Juan Pablo Arredondo.-

*Disciplina Inteligente.
-Vidal Schmill.-

*Tu hijo, tu espejo.
-Martha Alicia Chávez.-

*Comunicación no violenta “Un lenguaje de vida”.
-Marshall B. Rosenberg.-

POR UNA INFANCIA FELIZ “EL TREN DEL SABER, S.C.”
Depto. Psicología / María Esther González Alvarado.

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